CAPITAL INTELECTUAL DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS

Capital Intelectual Institucional = Fuerza Motriz de los Partidos Políticos

La fuerza motriz que moviliza a los planetas sobre su eje (alrededor de la Excelencia en la Calidad Política Total) es intangible. ¿Por qué intangible? Porque la fuerza cinética de los planetas es su Capital Intelectual. El Capital Intelectual de los partidos políticos constituye su fuerza cinética de rotación y traslación. Y el Capital Intelectual Institucional, aunque valorable electoralmente, no es tangible. Existe, genera beneficios y rentabilidad política en forma de representación institucional, crecimiento sostenible de los modelos de hacer política, pero no lo podemos ingresar en el haber de la formación política.

¿Qué es el Capital Intelectual Corporativo? El sumatorio de lo que el planeta sabe (su Conocimiento), cómo lo rentabiliza corporativamente, qué hace con lo que sabe (Gestión del Conocimiento) y lo que puede llegar a saber (Capacidad de Aprendizaje).

Valor del Capital Intelectual de los Partidos Políticos = lo que saben (CONOCIMIENTO) + lo que saben hacer con lo que saben (GESTIÓN DEL CONOCIMIENTO) + lo que pueden llegar a saber, aprender (CAPACIDAD DE APRENDIZAJE) 

¿Cuál es su valor? Hay quien dice que el valor del Capital Intelectual Corporativo de un partido político resulta de dividir su valor en el mercado electoral en un momento dado entre su valor contable de su balance institucional. Por tanto, el Capital Intelectual de todos los planetas no tiene el mismo valor. Si situásemos a todos los planetas en un hipotético eje horizontal de izquierda a derecha en función de su distancia al Sol, a la izquierda (incluso del 0) encontraríamos a los Planetas 1.0 (los que sólo enseñan, a años luz del mercado electoral), mientras que en el lado derecho se situarían los Planetas 2.0 (los que además de enseñar, aprenden, muy cercanos a sus mercados electorales de referencia). El Capital Intelectual Corporativo es el responsable del crecimiento sostenible de vida política en el planeta. Pero, ¿cómo se consigue este crecimiento sostenible de vida? Básicamente a través de dos movimientos:

¿DIA O NOCHE? El primer movimiento es de rotación del planeta sobre sí mismo y determina la predisposición al cambio o regeneración institucional inducido por la fuerza cinética interna (es decir, sus habitantes en forma de afiliad@s y simpatizantes). La fuerza que logre aplicar el Capital Humano del planeta hará que vivan de día, de noche o alternen ambos estados en función de la velocidad de rotación lograda. Y la fuerza de los habitantes del planeta dependerá esencialmente de lo que tienen: tecnología, instalaciones, sistemas de información, situación económica, salud financiera… esto es, su Capital Estructural. Mientras los Planetas 2.0 acostumbran a vivir de día, a la luz de la clarividencia del Sol, los Planetas 1.0 acostumbran a vivir en la penumbra de la noche o, en el mejor de los casos, consiguen alternar el casi constante dormir de la noche con breves periodos de vigilia constructiva que desaparecen con la misma velocidad con que se agotan las aportaciones de sus personas y la potencialidad de sus activos. Uno de los motivos de este sobrevivir a oscuras es la vulnerabilidad del valor alcanzado por su Capital Humano: ¿qué coste tiene para el planeta la rotación constante de sus habitantes cuando sistemáticamente deciden emigrar a otro planeta dónde las condiciones de vida sean más ecológicas?

¿VERANO O INVIERNO? El segundo movimiento es de traslación del planeta alrededor del Sol y determina la predisposición al cambio corporativo inducido por la fuerza cinética externa (es decir, sus visitantes en forma de votantes). La fuerza que logre aplicar el Capital Relacional del planeta hará que vivan con el calor del verano o con el frío del invierno o alternen ambas estaciones con la suavidad de primaveras y otoños en función de la velocidad de traslación lograda. Y la fuerza de los visitantes del planeta dependerá esencialmente del valor de las relaciones que el planeta mantiene con los grupos de interés que le rodean en sus mercados electorales. La calidad de las relaciones de la formación política con sus stakeholders determinará la dureza de los inviernos: meses de duración, temperaturas mínimas, velocidad del aire y demás inclemencias metereológicas. Mientras los Planetas 2.0 acostumbran a vivir en el agradable calor del verano, los Planetas 1.0 acostumbran a hacerlo en el frío helado de largos y rigurosos inviernos repletos de lluvias, nevadas y temperaturas bajo cero. Sus breves estancias en estaciones más suaves como el otoño o, en el mejor de los casos, alguna primavera se agotan con la misma velocidad con que algunos de sus grupos de interés de alto valor añadido institucional deciden, cansados de decepciones y expectativas nunca superadas, romper relaciones políticas con el planeta. Así por ejemplo, ¿cuál es el coste de reposición para el planeta por cada votante perdido del fondo electoral institucional debido a propuestas de valor político de baja o nula calidad?

Y como nos dice la Física, la energía cinética de un sólido en rotación es el sumatorio de su energía de traslación y su energía de rotación, es decir: 

Ec = Etra + Erot

Regeneración Política Institucional=Capital Relacional Partido Político + Capital Estructural Partido Político

Por tanto, el Capital Intelectual Corporativo (como energía cinética de nuestro planeta) será igual a la suma de su Capital Relacional (o energía de traslación) más su Capital Humano y su Capital Estructural (o energía de rotación). Y todos ellos en su conjunto son los responsables de la velocidad que alcance el planeta aportando los intangibles necesarios para acelerar su masa desde el reposo inicial del que parte.