AGENDA BUILDING Y AGENDA SETTING: FRAMING, PRIMING Y TIMING POLÍTICO

Como factor del rendimiento del actor político, el tiempo interesa desde la doble perspectiva de la percepción de consumo y de la gestión de uso. Como magnitud física, mide la separación entre acontecimientos cambiantes [duración], permitiendo al actor político periodificar sucesos en pasado-futuro-¿presente? Como magnitud psicológica, el actor político lo valora como algo a ganar/perder y no a vivenciarlo, experimentando dificultades para acometer su presente: ¿Cómo hacerlo si continuamente se apresura por terminar lo que está haciendo? Panikkar afirmaba vivir un tiempo en el que se hace crecer al rosal tirando de sus hojas, cuando la felicidad es inversamente proporcional a la aceleración. Esta anhedonia cronológica ubica al actor político en la vida schopenhaueriana como guerra sin tregua en la que morimos con las armas en la mano. Bajo este prisma, debe gestionar proactivamente su tiempo para equilibrar causalidades [planificadas] y casualidades [sobrevenidas]. Para utilizar el tiempo como herramienta y no como vehículo, tres son los ejes de acción del Political Time Management: priorizar, organizar y planificar.


Según Tamaro, la vida no es una carrera, sino un tiro al blanco donde no importa ahorrar tiempo, sino encontrar la diana. ¿Qué tareas son preferentes para acertar? Las importantes [logran objetivos] y urgentes [no admiten dilaciones]. El consumo de tiempo debe regirse por lo que aporta valor, ordenado diacrónicamente bajo el criterio de no-demora procesual y sincrónicamente bajo el principio de simultaneidad plausible. Conociendo lo prioritario, debe agendarse lo pendiente asignando ejecuciones (cuándo/cuánto) y espacios físicos y políticos (dónde/con quién) en virtud del Pareto de Tiempos particular: 20% de tareas/partners que logran el 80% de resultados. Organizado lo prioritario, debe planificarse: elegir bien los momentos ahorra tiempo. Como los incendios se apagan en invierno, debe distribuirse lo pendiente en constelaciones de trabajo, ajustando ritmos de trabajo, planificando imprevistos, evitando interrupciones, compartiendo el tiempo (delegando funciones, nunca responsabilidades) y/o protegiéndolo con el decir no asertivo del actor político.

Como magnitud política, el tiempo es un recurso clave. Escaso y de consumo inexorable, no se adquiere ni almacena. ¿Paradoja? Disponiendo todos los actores políticos del mismo tiempo, sólo para algunos es suficiente. Un factor explicativo lo constituye la Agenda Pública. Habitualmente, el actor político dibuja amplios abanicos de acción política conducentes, con más frecuencia de la deseable, a que, como decía Jardiel Poncela, los políticos sean como los cines de barrio: te hacen entrar y después cambian el programa. Toda política pública apunta a la resolución política de un problema colectivo incluido en la agenda gubernamental. Como instrumento de lucha [redistributiva de poder] entre grupos de interés capturando instituciones públicas, dicho problema social deviene en una construcción socio-política de las percepciones y representaciones de los actores involucrados y que moviliza visiones sesgadas. Más que conocimiento, la comunicación deviene en transacción simbólica creadora de pactos de lectura que la posibilitan y en la que, además de expresarla, la realidad se moldea. En este proceso destaca el rol de los media como agente que encuadra comunicativamente la realidad, más allá del rol de proveedor de información: es la opinión publicada la que conforma (en grado variable) la opinión pública y no a la inversa.


Las prioridades de esta Agenda Política se establecen en función de un timing político mediatizado con dos niveles de actuación: Agenda Building (establecer la agenda) y Agenda Setting (construirla). ¿Cómo influye en la opinión pública el mapa comunicacional trazado por los topics [problemas políticamente resolubles] transformados en issues [temas con atención mediática]? Chomsky postula una alianza tácita gobierno-media para comunicar lo que interesa y ocultar lo perjudicial para la estabilidad política. Así, los media influyen sobre la ciudadanía estableciendo lo noticiado de entre lo noticiable y decidiendo qué incluir/excluir del quiosco. Además y paralelamente, interpreta lo noticiado graduando el impacto de lo difundido. Heroles decía que en Política, la forma es el fondo. ¿Qué importancia relativa se otorga a los atributos de los issues para establecer los marcos de interpretación? A pesar que la auto-comunicación de masas, actúa, con la posología adecuada, como antibiótico contra la infección de la editorial única, los media parametrizan los criterios que rigen el debate público. Este proceso establece una estrategia discursiva que proporciona pertinencia, coherencia y significado. En el hoy socionómico, esta estrategia discursiva tiende a fotografiarse [más que a redactarse] en un marketing político visual con formato de storytelling iconográfico. El abrazo de los Obama captado por Tufankjiar fue la imagen más tuiteada durante las últimas elecciones presidenciales con 800.000 RT, constatándose que la imagen genera un 53% más de engagement que la letra.


Esta estrategia discursiva utiliza dos procesos. El framing encuadra el marco de pensamiento sobre lo noticiado, proporcionando su inteligibilidad y focalizando la atención sobre determinados aspectos del issue para integrarlo en el paisaje político reconocido. ¿Cómo? Seleccionando, enfatizando, excluyendo y/o elaborando una definición del problema, una interpretación causal, una valoración normativa/moral y/o una recomendación de tratamiento. El día después del primer debate Obama vs. Romney, mientras el Wall Street Journal ninguneaba a un «Obama fuera de juego», el New York Times enfatizaba «el recital de lemas cansinos y deshonestidad [de Romney]». Un neutral The Washington Post lamentaba que «ambos evadiesen la dura realidad del país». ¿Se refería a esto Jardiel Poncela al decir que los periódicos sólo publican dos verdades [precio y fecha] y al día siguiente, como mínimo, desmienten una de ellas? En este contexto político, Lakoff ha demostrado la revitalización del Partido Republicano gracias a la adecuada gestión de sus marcos ideológicos y encuadres periodísticos de actuación, consiguiendo definir una realidad pública proclive a su conveniencia. Por su parte, el priming asegura la pertinencia de los elementos de lo noticiado que sostienen argumentalmente una determinada interpretación de los hechos y proporcionan una dirección semántica, incluso mediante los zapatos de Obama. Debido a su atención selectiva y los heurísticos [atajos] cognitivos que utiliza, cuando evalúa/decide, la ciudadanía se basa en evidencias sin chequear todo lo conocido, sino únicamente lo accesible, disponible y relevante por proximidad, frecuencia y cronicidad. A partir de aquí, Agenda Building y Agenda Setting devienen en factores clave para gestionar el Timing Político.