Las 4 FACETAS de la DEMOCRACIA (Soberanía, Derechos, Valores y Libertad vs. Igualdad)

Apuntes para PRUEBA PRESENCIAL Fundamentos de Ciencia Política I
(Grado de Ciencia Política y de la Administración -UNED)


1. ¿QUÉ ES LA DEMOCRACIA? La idea esencial de la democracia es que los ciudadanos tienen el derecho a determinar quien les gobierna, haciéndoles responsables de sus acciones. Las democracias imponen también límites legales a la autoridad del gobierno, garantizando ciertos derechos y libertades a sus ciudadanos. La democracia puede adoptar varias formas y adquirir distintos significados para diferentes personas.

(#1) DEMOCRACIA ELECTORAL. Para algunos teóricos, la representación basada en elecciones libres, competitivas y limpias, es el principio clave que define el gobierno democrático: democracia electoral. Freedom House estima que en 2008 había en el mundo 119 democracias electorales, un 62% de los 193 estados soberanos.

(#2) DERECHOS Y LIBERTADES. Si bien los derechos electorales son necesarios, no son suficientes para una democracia consolidada. Se necesita proteger legalmente ciertos derechos y sin aspectos como la libertad de expresión, de reunión y otras libertades básicas, las elecciones carecen de sentido. Freedom House calificó en  2008 como libres a 90 países que lograron combinar la democracia electoral con una amplia serie de derechos y libertades.

2. PROPÓSITOS Y PARADOJAS DE LA DEMOCRACIA. ¿Qué ventajas ofrece una democracia frente a una dictadura?

2.1. Propósitos de la Democracia. Normalmente, se citan 4 propósitos:

(#1) PARTICIPACIÓN POLÍTICA. Mejorar la calidad de vida y la dignidad del individuo. La democracia permite a los ciudadanos participar de forma significativa en los asuntos de su comunidad, expresar opiniones y tener voz y voto en las decisiones de sus gobiernos. Proporciona espacio para la libertad individual y promueve la igualdad política sobre la base de un ciudadano, un voto. La democracia tiene una dimensión profundamente moral de la que carecen las dictaduras, con su tendencia a ignorar, reprimir o tratar de forma violenta a la población.

(#2) CUMPLIR CON LA VOLUNTAD GENERAL DE LA COMUNIDAD. Otro de sus propósitos consiste en discernir y hacer cumplir los deseos de la comunidad. Fomenta un debate abierto sobre los programas y las políticas alternativas y permiten a los ciudadanos elegir entre candidatos que representan posiciones políticas diversas. Las democracias también permiten que los ciudadanos se informen y que consideren tanto a los cargos electos como a los funcionarios y empleados públicos responsables de sus actos.

(#3) LIMITAR EL PODER. Un tercer propósito de la democracia es limitar el poder. Al imponer límites legales a la autoridad de los cargos públicos, se controla el poder coercitivo del Estado. La democracia fomenta la pluralidad y contrarresta la influencia de los sectores o colectivos sociales privilegiados.

(#4) REDUCIR LOS ANTAGONISMOS SOCIALES. Por último, la democracia intenta reducir los antagonismos sociales. Cuando los diversos grupos participan con el voto y son oídos, se les proporciona una oportunidad de obtener algo. Los grupos enfrentados negocian y establecen acuerdos porque saben que participando en el juego democrático consiguen cosas, proporcionando incentivos para sustituir la confrontación por la cooperación.

2.2. Paradojas de la Democracia. ¿Qué pasa si no se realizan estos objetivos en la práctica? La calidad democrática no sería la deseable. La paradoja central de la democracia es que sus instituciones y prácticas pueden ser ignoradas, subvertidas o manipuladas de forma que contradigan sus propósitos básicos. Así, la democracia puede corromperse y producir resultados que vulneran totalmente sus objetivos. Cada uno de los propósitos que acabamos de enumerar tiene su opuesto correspondiente.

(#1) PARTICIPACIÓN POLÍTICA. La participación política por ejemplo puede quedar lejos de su potencial: inmigrantes, menores de edad y las mujeres, no hace tanto, estaban excluidos de esta participación. Muchas personas deciden no participar (por desafección o apatía), salvo para votar cada 4 años. Además puede ser difícil conocer o hacer cumplir la voluntad general. Los liberales (o neoliberales) defienden un Estado que no intervenga en los asuntos sociales y económicos porque es poco democrático porque limita la capacidad de la población para controlar su propio destino. Sin embargo, los socialdemócratas defienden que la democracia requiere que toda la población tenga ciertos derechos sociales y económicos fundamentales (educación, asistencia médica o vivienda) porque una sociedad construida sobre desigualdades no es una sociedad democrática. Es preciso pues, un Estado intervencionista, con el poder e ingresos fiscales suficientes para garantizar un nivel de vida decente. Por tanto, si una sociedad está totalmente dividida sobre el papel fundamental del Estado, ¿qué es la voluntad general?

(#2) CUMPLIR CON LA VOLUNTAD GENERAL DE LA COMUNIDAD. A veces la población está tan dividida sobre un asunto controvertido que ni siquiera cabe alcanzar un consenso que englobe a la mayoría. Los políticos suelen estar divididos porque los ciudadanos que les eligen también lo están. El bloqueo o el punto muerto de la democracia es un fenómeno frecuente. En otros casos, la voluntad general puede ser incluso demasiado clara y reflejar, por ejemplo, el deseo de la mayoría para discriminar a las minorías. El principio democrático del gobierno de la mayoría comporta así el riesgo de producir la tiranía de la mayoría.

(#3) LIMITAR EL PODER. La limitación del poder también puede resultar difícil. Una vez elegidas, las élites gobernantes suelen disfrutar de considerable poder discrecional. La burocracia o los tribunales pueden llegar a tener una autoridad escasamente sometida a control. La financiación de partidos hace aumentar el poder del dinero en el proceso político y engrasa las ruedas de la corrupción haciendo gastar el dinero del Estado en proyectos que beneficien a sus propios clientes políticos. En suma, el abuso de poder es menos flagrante en una democracia que en una dictadura, pero las democracias tampoco están exentas de esta lacra.

(#4) REDUCIR LOS ANTAGONISMOS SOCIALES. La democracia puede intensificar y perpetuar los conflictos sociales en lugar de atenuarlos. La libertad de expresión da a los diferentes grupos la oportunidad no sólo de reivindicar sino de criticar y lanzar acusaciones abiertas, avivando así las llamas de la discordia.

Si alguno de estos problemas se plantea, cabe preguntarse: ¿En qué medida es democrática la democracia? ¿Qué es entonces la democracia? Si queremos una concepción realista de lo que significa el término, debemos empezar por reconocer que ninguna definición de la democracia es suficiente. Este tema examinará varias formas institucionales de democracia pero no insistirá en una definición correcta del término democracia.

3. LAS CUATRO FACETAS DE LA DEMOCRACIA.

Faceta I: SOBERANÍA POPULAR. Derecho de las personas a gobernarse a sí mismas, ejercitable controlando directamente al gobierno o articulando mecanismos efectivos para hacer a su gobierno responsable ante ellos (como en las elecciones periódicas).

Faceta II: DERECHOS Y LIBERTADES BÁSICAS. Ciertos derechos y libertades básicas que la ley debe garantizar a los ciudadanos. No pueden suprimirlos ni el Estado, ni las personas ejerciendo sus derechos soberanos, ni el gobierno de la mayoría.

Faceta III: VALORES DEMOCRÁTICOS. Valores democráticos como la tolerancia, la justicia y el compromiso.

Faceta IV: DEMOCRACIA ECONÓMICA. Establece varios criterios de justicia o igualdad como componentes sociales y económicos de la democracia.

3.1. Principios Fundamentales de la Democracia. Existen unos elementos que todas las democracias comparten universalmente y que son absolutamente fundamentales y esenciales para calificar de democrático un sistema de gobierno. De hecho, las 4 facetas de la democracia que estudiamos en este tema se fundamentan en estos elementos. Concretamente son 3 principios fundamentales:

(#1) ESTADO DE DERECHO. El poder del Estado debe estar limitado por las leyes y nadie puede situarse por encima de ellas. El Estado de derecho significa que los gobernantes están sometidos al imperio de la ley. Para formular y aplicar leyes, los poderes del gobierno deben sujetarse a constricciones legales. El Estado de derecho forma los cimientos sobre los que se erige el gobierno democrático. Requiere que el Estado exprese las limitaciones de su autoridad (en, por ejemplo, una Constitución escrita o la legislación). Sin el Estado de derecho, los gobernantes ejercerían el poder sin límites, de forma absoluta (Legibus Solutus). El Estado de derecho surgió gradualmente en Gran Bretaña a lo largo de varios siglos para concretarse en el siglo XX en una democracia electoral. El Estado de derecho fue la piedra fundacional del sistema constitucional estadounidense. Hasta la segunda mitad del siglo XX, el Estado de derecho ha brillado por su ausencia en la mayoría de los países. Antes de la Segunda Guerra Mundial, sólo unos pocos países (de Europa Occidental)  habían logrado establecer gobiernos basados en el Estado de derecho. Si no se consagra el Estado de derecho como el primer principio de gobierno, la democracia no puede sobrevivir.

(#2) INCLUSIÓN. Este principio implica que toda la población adulta debe tener reconocidos los derechos democráticos, esto es, ser considerada ciudadana. La ciudadanía y los derechos que conlleva no se pueden negar o limitar de forma discriminatoria a determinados sectores de la población (mujeres, grupos étnicos y/o culturales minoritarios). Todos los adultos integrantes de la comunidad deben ser incluidos en la categoría de ciudadanos porque nadie debe ser sistemáticamente excluido de las ventajas que ofrece el proceso democrático. La inclusión también lleva a que todos los principales grupos de la población (étnicos, religiosos o de clase social). tengan razones para sentirse mejor bajo una democracia.

(#3) IGUALDAD. Este principio implica que todos los derechos y libertades han de distribuirse entre todos por igual. Ningún grupo o segmento de la población debe obtener más derechos o libertades que otro. Este principio ha de aplicarse, sobre todo, con respecto a los derechos políticos básicos: derecho a voto, libertad de expresión, de asociación y de reunión. La democracia queda menoscabada si las reglas de la democracia se distorsionan negando derechos a algunos segmentos de la sociedad. El principio de igualdad ante la ley (isonomía) es un derecho civil básico en una democracia. Hay que distinguir entre el principio de igualdad y el de equidad.

Equidad significa justicia. Los ricos normalmente tienen más ventajas políticas y sociales que los pobres. La equidad no implica igualar la riqueza de manera que nadie sea rico o pobre. Simplemente insiste en que a los menos favorecidos económicamente se les dé una oportunidad justa para mejorar su bienestar económico, social o político. La sociedad puede fomentarlo proporcionando educación pública de calidad, asistencia médica, asistencia legal y otras prestaciones semejantes. Muy a menudo, cuando las personas usan el término igualdad, se están refiriendo en realidad a equidad.

Igualdad es un concepto más riguroso. Implica que todos debemos ser, en última instancia, iguales en materia de derechos políticos y de condiciones sociales y económicas.

3.2. Formas de Democracia Mínimas y Máximas. Las 4 facetas de la democracia adoptan diferentes formas y grados. Debemos pensar que cada faceta contiene una variante mínima y otra máxima:

La concepción mínima parte de ciertos criterios básicos para definir y poner en práctica las diversas facetas de la democracia. Se puede afirmar que la democracia exige ciertos niveles mínimos de soberanía popular, derechos y libertades civiles, valores y democracia económica.

La concepción máxima amplía el grado o la medida de la democracia en cada faceta hasta el nivel superior. En general, las formas máximas de democracia se consideran deseables, aunque no absolutamente necesarias para que se dé una democracia.

Analizamos las diversas facetas de la democracia, ya que para unos son formas máximas de democracia lo que para otros constituyen formas mínimas para que se garantice un régimen democrático.

4. FACETA 1: LA DEMOCRACIA COMO SOBERANÍA POPULAR. Deriva de las palabras griegas demos (pueblo) y kratia (autoridad o gobierno): literalmente, gobierno del pueblo. Los ciudadanos tienen derecho a determinar cómo han de ser gobernados, constituyendo la fuente de legitimidad del Estado. Los Estados son soberanos en la medida que eligen libremente sus instituciones de gobierno y a sus representantes públicos. Tienen el derecho de determinar las acciones y las políticas que adopta el gobierno y a considerar a sus gobernantes responsables de sus acciones. Por tanto, la soberanía popular es un aspecto esencial de la democracia. Sin ella, la democracia sería imposible. La soberanía popular implica dos conceptos clave:

(a) Participación; y

(b) Rendición de Cuentas.

Si el pueblo es soberano tiene derecho a participar en la política y exigir responsabilidades a quien gobierna. De hecho, el principio del Estado de derecho exige que las democracias garanticen legalmente a todos los ciudadanos la participación y la posibilidad de exigir responsabilidades a quienes les gobiernan.

¿Cómo participan las personas en la vida política? Centramos la atención en dos formas:

DEMOCRACIA REPRESENTATIVA. Realiza los objetivos de la participación ciudadana y la rendición de cuentas del gobierno principalmente a través de métodos indirectos, sobre todo, mediante la elección de representantes políticos.

DEMOCRACIA DIRECTA. En su sentido más puro, permite a todos los ciudadanos adultos participar directamente en la toma de decisiones políticas de su comunidad. El pueblo es el gobierno.

4.1. Democracia Representativa. Las elecciones son el mecanismo principal por el que el pueblo ejerce sus derechos soberanos de participar en la política y hacer que sus representantes electos rindan cuentas. En el mundo contemporáneo, la democracia representativa es esencialmente una democracia electoral. Las elecciones constituyen la forma más importante de rendición de cuentas en una democracia. Para cumplir la tarea de asegurar la participación ciudadana, los procedimientos electorales deben cumplir 8 criterios básicos::

(#1) significativos. Los cargos electos deben revestir autoridad para aprobar leyes y nombrar autoridades públicas.

(#2) Competitivos. Ha de existir verdadera competición para ocupar los cargos electos, sin que existan leyes o prácticas que cercenen esta competitividad.

(#3) Libres. Los electores deben tener libertad para votar su opción preferida, no votar o hacerlo en blanco. No debe existir ningún tipo de coerción o intimidación.

(#4) Secretos. Las elecciones deben celebrarse mediante voto secreto para proteger la confidencialidad.

(#5) Justos y transparentes. Los procedimientos para seleccionar a los candidatos, realizar elecciones y contar los votos no deben basarse en el fraude, favoritismo o cualquier otra forma de injusticia.

(#6) Periódicos. Las elecciones han de celebrarse a intervalos regulares (cada 4 o 5 años), para que los votantes ejerzan sus derechos de atribución de la responsabilidad y los perdedores tengan la oportunidad de volver a participar.

(#7) Inclusivos. Todos los adultos mayores de edad deben tener derecho al voto, con mínimas excepciones razonables.

(#8) Igualitarios. Los derechos electorales se deben distribuir con igualdad entre los ciudadanos de acuerdo con el principio de una persona, un voto.

Además de votando, los ciudadanos también pueden participar activamente en política asumiendo un compromiso con un partido político, expresando públicamente sus opiniones, apoyando a un candidato en época de elecciones o contestando encuestas de opinión. Estos mecanismos de expresión pública permiten al ciudadano influir indirectamente en la agenda política al expresar prioridades que los gobernantes y partidos políticos pueden incorporar a sus programas políticos. Por tanto, permiten a los ciudadanos participar en la toma de decisiones políticas.

La soberanía popular debe ser abierta y transparente. La esfera de secretismo gubernamental debe ser lo más reducida posible, mientras la de gobierno abierto y transparente debe ser lo más extensa posible. La apertura requiere un flujo libre de información. Cuanta más libertad de prensa, más elementos fundamentales de la soberanía popular.

¿En qué medida es democrática una democracia representativa? Las democracias representativas están gobernadas por élites políticas que han recibido la delegación de poder y de responsabilidad gubernamental por parte de la ciudadanía. Al formar una porción tan pequeña de la población, las personas que ocupan cargos de autoridad gubernamental constituyen una élite. Las democracias representativas están gobernadas por élites políticas. La democracia moderna opera conforme al principio del elitismo democrático. En lugar de ser el gobierno del pueblo, se trata de un gobierno que rinde cuentas al pueblo. Así pues, implica una compleja mezcla entre soberanía popular y toma de decisión de las élites. Las elecciones proporcionan el principal mecanismo mediante el cual el pueblo puede pedir cuentas a las autoridades e influir en sus decisiones.

Robert A. Dahl y la Poliarquía
R. Dahl ideó en 1971 (en su obra La Poliarquía) el concepto de POLIARQUÍA para captar esta realidad. Mientras democracia significa gobierno del pueblo, poliarquía significa gobierno de muchos. Las poliarquías son democracias a gran escala que gobiernan países enteros, por lo que no resulta factible en ellas la democracia directa. Así, combinan: (a) La adopción de decisiones por parte de las élites con la participación de las masas; y (b) La competencia por el poder con la rendición de cuentas de las élites gobernantes a los gobernados. Las poliarquías serían regímenes relativamente democráticos, muy representativos y muy abiertos al debate público. Por tanto, constituye la realidad más cercana a la democracia entendida como ideal.

4.2. Democracia Directa. Se caracteriza por el ejercicio directo del gobierno por parte del pueblo. Es el gobierno del pueblo en su sentido más literal.

Los ejemplos reales son sumamente raros. En la Atenas del 500 al 300 a. de J.C, los ciudadanos eran los legisladores y el poder ejecutivo era un cuerpo administrativo con escasa autoridad para emprender iniciativas políticas.

La ciudad-estado de Ginebra del siglo XVIII ilustra otra versión de democracia directa. Estos ejemplos no presentaban niveles altos de inclusión e igualdad (negaban derechos de ciudadanía a mujeres, esclavos, extranjeros y ciertos hombres que no cumplían ciertos requisitos patrimoniales). Sólo 2 de cada 5 atenienses adultos disfrutaba de los derechos de ciudadanía.

El derecho a participar fue ligeramente más abierto en las asambleas municipales de pequeñas ciudades de los Estados Unidos, una forma de democracia que prevaleció en la Nueva Inglaterra del siglo XVI.

Las democracias directas no existen actualmente, aunque es posible ampliar la participación de los ciudadanos en los gobiernos entre los dos extremos de la democracia representativa y la democracia directa: una posibilidad es la Democracia Plebiscitaria (mediante los referendos) y la otra posibilidad es la Tecnodemocracia (mediante las Nuevas Tecnologías).

4.3. Democracia Plebiscitaria.  El término plebiscitario se deriva del latín plebs, que se refiere al pueblo llano de la antigua Roma frente a la elite patricia. A lo largo del siglo XX, algunas democracias representativas han dado a sus ciudadanos la oportunidad de votar sobre cuestiones políticas específicas de un referendo (o plebiscito). En España, el artículo 92 de la Constitución de 1978 es el que regula la convocatoria de referendos. En 1986 se celebró uno sobre la incorporación de España a la OTAN y en 2005 otro sobre el Tratado para una Constitución Europea. En algunos casos, los resultados del referendo son vinculantes, mientras que en otros, los resultados son consultivos (aunque representan el sentir de la sociedad, no comprometen las decisiones políticas). Los referendos constituyen un mecanismo electoral que se encuentra a medio camino entre la democracia representativa y la democracia directa.

4.4. Tecnodemocracia. Los avances de la tecnología de la comunicación ofrecen una oportunidad sin precedentes de potenciar la capacidad de los ciudadanos para transmitir sus deseos a sus representantes de forma directa e instantánea. El teléfono, el fax, las páginas web, el correo electrónico, los chats y otros mecanismos tecnológicos abren la posibilidad de crear un tipo de democracia semi-directa de alta tecnología en las democracias representativas del siglo XXI.

Al margen de estas dos formas (referendos y nuevas tecnologías) de participación directa, hace ya unos años que se viene experimentando en el nivel local con otras formas de involucrar a los ciudadanos el proceso de deliberación y adopción de decisiones. Tras la experiencia pionera de Presupuestos Participativos de Portoalegre (Brasil), muchas otras localidades lo han aplicado. En España son ya numerosos los ayuntamientos que han elaborado sus presupuestos contando con la participación popular.

5. FACETA 2: LA DEMOCRACIA COMO DERECHOS Y LIBERTADES. Para los padres fundadores de Estados Unidos, el propósito más importante fue el de garantizar determinados derechos y libertades individuales, protegiendo mediante el Estado de Derecho a los ciudadanos frente a cualquier tiranía. Apoyaron un sufragio limitado, reservando el consentimiento del gobernado a los varones de cierta edad y con una renta determinada (Sufragio Censitario). En su opinión, un sufragio universal (en todo caso excluyente para mujeres y negros) representaba el peligro de que la mayoría no instruida hiciera un mal uso del voto y eligiera a un tirano. Por eso la palabra democracia no aparece en la Constitución de Estados Unidos. En 1791 los padres fundadores codificaron unos derechos y libertades. La Carta de Derechos se ratificó a finales de ese año en las primeras 10 enmiendas de la nueva Constitución de Estados Unidos. En ningún lugar de la Constitución (o en ninguna de estas primeras 10 enmiendas) figura el derecho al voto.

¿Podemos hacer una lista de derechos y libertades y considerar unos y otras absolutamente esenciales para una democracia moderna? Muchos teóricos consideran la siguiente lista de 9 derechos y libertades (que han de garantizarse por ley) como los que permiten distinguir una democracia de un régimen no democrático:

(#1) Derecho a la vida y a la seguridad de la propia persona y la propiedad frente a la interferencia del gobierno, siempre que no haya indicios de actividad ilegal.

(#2) Libertad de pensamiento, opinión y expresión (incluida la libertad de prensa).

(#3) Libertad de conciencia y credo religioso.

(#4) Derecho a votar en elecciones significativas, justas, transparentes y competitivas y a poder pedir cuentas a los representantes de los gobiernos.

(#5) Derecho a reunirse y organizarse de forma pacífica con fines políticos.

(#6) Libertad de movimiento, derecho a viajar libremente dentro y fuera de las fronteras del país y a vivir donde uno elija.

(#7) Derecho a un trato igual bajo la ley y a garantías legales (incluido el derecho a un juicio justo).

(#8) Derecho a poseer, comprar y vender propiedad privada y a participar en actividades empresariales privadas.

(#9) Derecho a una educación obligatoria financiada por el Estado.

No obstante debemos tener presente que ninguna definición de democracia será del agrado de todo el mundo. Algunas personas querrían incluir en esa lista otros derechos sociales, económicos o civiles (como el derecho al trabajo o a la asistencia sanitaria, tal y como establece la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948).

6. FACETA 3: LA DEMOCRACIA COMO SISTEMA DE VALORES. El procedimiento electoral asociado a la Faceta 1 y los derechos y libertades enumerados en la Faceta 2 son necesarios, pero no suficientes para establecer una verdadera democracia. La democracia requiere la observancia de 5 valores centrales que ejemplifican el Espíritu de la Democracia.:

(#1) justicia. Todos los grupos de la sociedad deben ser tratados de forma equitativa. Ninguno debe negar oportunidades a otros sobre la base de una discriminación sistemática.

(#2) tolerancia. Respeto a los diferentes y disposición a vivir en armonía.

(#3) consenso. Esfuerzo para reconciliar diferencias sobre la base de la cooperación, la negociación justa y la disposición mutua a hacer concesiones.

(#4) fiabilidad. Los miembros de la sociedad (y especialmente, políticos y funcionarios) deben comportarse de modo que inspiren confianza y honestidad.

(#5) compromiso con la resolución pacífica de las disputas internacionales. Uso de la fuerza como último recurso en las relaciones internacionales.

En una democracia, todos los implicados en la vida social y política deben comprometerse públicamente con estos valores y ponerlos en práctica de forma eficaz (recurriendo si es necesario a la autoridad del Estado). En la medida en que son ampliamente adoptadas y rigurosamente aplicadas, estas normas contribuyen a que las democracias realicen los principios de inclusión [1] e igualdad [2] y, en el plano internacional, promuevan la paz [3].

Igual que las facetas 1 y 2, esta tercera faceta admite variantes mínimas y máximas. En un nivel mínimo las democracias deben rechazar la discriminación sistemática de ciertos grupos sociales, utilizando las leyes para impedir la discriminación injusta o los actos de intolerancia. Los gobiernos deben habilitar medidas de discriminación positiva para compensar las desventajas de grupos sociales que por razón de raza, sexo o nacionalidad han sido objeto de discriminación.

7. FACETA 4: LA DEMOCRACIA ECONÓMICA. Una de las grandes controversias en torno a la definición de la democracia estriba en la relación entre la ciudadanía y la economía. Concretamente, hay 2 cuestiones que atañen especialmente a la democracia económica:

(a) ¿Qué objetivos debe perseguir un país democráticamente gobernado respecto del estatus socioeconómico de su población?

(b) ¿Cuánto poder deben tener los ciudadanos para influir en las decisiones económicas?

Todas las sociedades se enfrentan al problema central de cómo distribuir sus limitados recursos y oportunidades entre la población. La cuestión es: ¿Quién obtiene qué, cuándo y cómo? Dependiendo de la naturaleza de las instituciones políticas, determinados grupos pueden acaparar más ventajas económicas que otros, siendo posible que un sistema político se organice de tal modo que distribuya los recursos y las oportunidades más equilibradamente (permitiendo que la población comparta los bienes económicos más equitativamente). Las economías que logran distribuir sus recursos entre la mayoría con cierta igualdad son más democráticas que las que los concentran en manos de unos pocos.

Igual que las facetas 1, 2 y 3, esta cuarta faceta admite variantes mínimas y máximas.



nivel mínimo-EqUIDAD. Una democracia debe esforzarse por realizar el principio de equidad para todos, entendido como justo, que cada cual recibe según sus méritos y esfuerzos. Los políticos trabajarán para asegurar que todos tengan una oportunidad razonable de lograr seguridad y bienestar económico. Habrá quien abogue porque el gobierno debe distribuir de forma justa los recursos económicos entre la población (para que nadie quede por debajo de un determinado nivel de pobreza y que los más desfavorecidos tengan una vivienda digna, dispongan de alimentos suficientes o de una asistencia sanitaria). El concepto de justicia (equidad) no es tan preciso ni exigente como el concepto de plena igualdad. El concepto de equidad concede un amplio margen a la libertad económica. Permite a los individuos disponer de su propiedad privada con gran libertad. Con el fin de preservar la equidad, el gobierno puede recaudar impuestos para financiar prestaciones sociales. La economía puede seguir rigiéndose por las leyes del mercado y reunir las condiciones necesarias para que se dé la equidad.

nivel INTERMEDIO-IGUALdad DE OPORTUNIDADES. Una La igualdad es un criterio más preciso que la equidad. Requiere que el Estado y el sector privado se comprometan a que todos sean iguales cuando se trata de compartir las oportunidades derivadas del progreso económico. Nadie verse favorecido por una ventaja social significativa que le permita disfrutar más que otros del acceso a las oportunidades. Una forma de lograr más igualdad de oportunidades consiste en suprimir el Derecho a la Herencia [4]. En el mercado de trabajo, una forma de proporcionar más igualdad de oportunidades pasa por obligar a las empresas a reservar cuotas a un determinado número de empleos a segmentos de la población como mujeres.

El alcance de la intervención pública en la economía privada será mayor si de lo que se trata es de lograr más igualdad de oportunidades que si el objetivo reside simplemente en la consecución de equidad. Por regla general, el alcance de la libertad económica para individuos y empresas se reduce a medida que se intensifica el objetivo de la igualdad.

nivel máximo-IGUALdad DE resultados. Significa que todos disfrutarán, en última instancia, de aproximadamente la misma cantidad de riqueza. Perseguir este resultado implica que el Estado emprenda proyectos de redistribución de la riqueza entre toda la sociedad y que controle las rentas mediante políticas fiscales. Así, la libertad de los individuos y las empresas privadas para dirigir sus asuntos se vería muy restringida. Cuando el alcance de la igualdad económica se amplía, el alcance de la libertad económica se reduce. La democracia requiere tanto igualdad como libertad, pero cuanta más igualdad queramos, menos libertad tendremos. Se trata de una correlación inversa.

Existen 2 concepciones esenciales de la democracia Económica:

(#1) Unos la definen en función de la igualdad.

(#2) Otros la definen en función de las libertades del mercado privado: es el Capitalismo Popular. Su fin estriba en fomentar la creación de pequeñas empresas, la adquisición de acciones y la propiedad de la vivienda entre segmentos de población lo más extensos posibles.

EQUILIBRIO ENTRE IGUALDAD Y LIBERTAD A TRAVÉS DE LA EQUIDAD: EL ESTADO DEL BIENESTAR. Muchas democracias intentan lograr un equilibrio entre igualdad y libertad ensalzando más la equidad. Buscan armonizar la intervención del Estado en la economía con una amplia libertad para la empresa privada. El Estado del Bienestar democrático es el resultado de este equilibrio: representa la forma más ampliamente adoptada de economía política entre las democracias más avanzadas. Sin embargo, existen diferentes modelos del Estado del Bienestar. Estados Unidos pone mayor acento en la libertad, mientras que otros países hacen hincapié en los elementos igualitarios y en el bienestar.

8. LA DEMOCRACIA CONSOCIATIVA: EL CASO HOLANDÉS. Las sociedades profundamente divididas pueden necesitar (para salvar la democracia) diseños institucionales especiales, como por ejemplo los propios de una Democracia Consociativa.

Hipótesis y variables. Tradicionalmente se ha considerado que una democracia estable y eficaz requiere una población relativamente homogénea. Una sociedad que comparte un origen étnico, una religión común y unos intereses económicos, tiene más probabilidades de mantenerse que una sociedad heterogénea (caracterizada por una pluralidad de grupos étnicos, religiones o ideologías políticas). Dado que la democracia se basa en la cooperación, es de esperar que la diversidad social produzca constantes tensiones políticas en lugar de una democracia duradera. En esta hipótesis se identifican 2 VD: la estabilidad de la democracia (medida en función de su duración) y la eficacia de la democracia (medida según su capacidad de llevar a cabo las políticas y lograr los efectos deseados). Por su lado, la VI es el grado de la heterogeneidad de la población.

Arend Lijphart y la Democracia Consociativa
Expectativas y evidencia. La hipótesis sugiere que las sociedades heterogéneas están condenadas al fracaso. Como Holanda tiene una población social y políticamente heterogénea, la democracia fracasará. A. Lijphart (1969 y 1975) señaló que Holanda muestra las características distintivas de una sociedad muy fragmentada. Comparten identidad nacional, pero desde el siglo XVI han estado divididos entre católicos y protestantes (la mayoría calvinistas). Además en el siglo XIX la población se dividió por motivos económicos e ideológicos. En el siglo XX se formaron cuatro grupos o pilares bien definidos: (1) Católico; (2) Protestante; (3) Liberal; y (4) Socialista, cada uno con su partido político y medio de comunicación. Además entre ellos no tenían relación: incluso el matrimonio entre miembros de distintos grupos era raro. Contra toda probabilidad, Holanda emergió durante el siglo XX como una de las democracias más estables del mundo, consolidando un fuerte Estado de derecho, celebrando elecciones y los distintos gobiernos han abordado los problemas con eficacia.

Conclusiones. La evidencia de la historia holandesa moderna no respalda la hipótesis de la heterogeneidad. ¿Qué factores explican esta combinación paradójica de fragmentación social y democracia estable? A. Lijphart sostuvo que el éxito de Holanda ha sido atribuible al valor que dan sus élites a la tolerancia y la acomodación. A través de la negociación paciente, los líderes de los 4 grupos toleraron sus diferencias y acomodaron sus intereses y demandas concurrentes. Así, llegaron a acuerdos y pactos que dieron a cada grupo una oportunidad razonable de alcanzar el poder político y produjeron una distribución equitativa del gasto público. También la mayoría de ciudadanos holandeses ha dotado a sus líderes de libertad para negociar sin presionarles para que adopten posiciones intransigentes. Es la Política del Acuerdo holandesa, en palabras de este autor, una forma elitista de democracia. Democracia Consociativa es el término con el que este autor denominó este sistema de negociación entre elites de una comunidad política socialmente heterogénea. Constituye un modelo distintivo de democracia que se puede aplicar en sociedades profundamente divididas, con diferentes fórmulas (como por ejemplo, el caso de la India).

Algunos politólogos mantienen que la democracia se define, en última instancia, por los principios esbozados en las Facetas 1 y 2. Desde esta perspectiva, los beneficios de los valores de la Faceta 3 deben considerarse más bien como el resultado de la democracia y no como generadores de la misma.

Robert D. Putnam y los Valores Cívicos en Italia
Desde una perspectiva contraria, los valores democráticos son vitales para la naturaleza misma de la democracia:

A. Tocqueville atribuía el éxito de la república estadounidense a ciertos valores a los que denominó hábitos o costumbres de la sociedad (mores), los cuales eran más importantes que las leyes para establecer una democracia viable. Las mores son el único poder resistente y duradero de una nación.

R. Putnam /1993) ha desarrollado una variante de este argumento. Intenta explicar por qué algunas regiones de Italia han tenido más éxito a la hora de mantener estables los gobiernos locales. Su conclusión es el grado en el que la ciudadanía local compartía valores cívicos.

Comunitarismo. Las democracias se definen tanto por sus valores como por sus instituciones. Los comunitaristas conciben al individuo integrado en una comunidad y participando de sus valores. El comunitarismo atribuye un valor determinante a la cultura de la sociedad en la que se desarrollan las instituciones políticas.



[1] Todos tenemos derecho a ser tratados sobre una base justa y no discriminatoria (al margen de religión, sexo o raza).

[2] Estos valores subrayan la dignidad y el valor intrínseco igual de todos los seres humanos.

[3] Porque descartan la agresión directa y reservan el uso de la fuerza para la autodefensa o la defensa de los aliados.

[4] Así no se concentrarán las riquezas en familias favorecidas y reducir de este modo el número de niños especialmente privilegiados a largo plazo.


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