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UNA DEMOCRACIA POR FIN CONSOLIDADA: Los Retos del PSOE en 1982 (6 de 6)

Texto académico de evaluación continua
Historia Política y Social Contemporánea de España
(Grado de Ciencia Política y de la Administración -UNED).
¿Cuáles fueron los retos planteados al PSOE tras su triunfo electoral en octubre de 1982? 

«En 1982, los retos afrontados por el PSOE fueron de dos tipos: (a) Económicos (Inflación, Paro y Déficit) y (b) Políticos (Sistema de Partidos Políticos, Terrorismo, Descentralización Autonómica e Integración en la CE». 

Se ha señalado el año 1982 como el final de la transición (Tusell, 2005:327). El día 28 de octubre se celebran las elecciones generales convocadas por un Leopoldo Calvo-Sotelo desasistido por Unión de Centro Democrático y con su propio grupo parlamentario «torpedeando» su política. Con una participación electoral del 79,8% del censo electoral (casi 12 puntos mayor que la registrada en las anteriores elecciones), el Partido Socialista Obrero Español logró una aplastante mayoría absoluta (más del 48% de los votos emitidos, es decir, más de 10 millones de votos) que se tradujo en 202 escaños[1] (frente a los 107 escaños de Alianza Popular, un 26,36% de los votos emitidos, es decir, más de 5,5 millones de votos). Para aproximarnos a la importancia que tuvieron estos resultados en cuanto a la distribución territorial del poder político, véase la siguiente figura:


Figura 1. Distribución de Circunscripciones Electorales por Partidos Políticos tras las Elecciones Generales de 1982

El PSOE tocó techo. Pero, hasta la fecha, ningún otro partido político, en ninguna otra cita electoral ha conseguido igualar o superar estos resultados. Para aproximarse visualmente a esta idea, véase el siguiente gráfico:


Gráfico 2. Distribución Escaños por Partidos Políticos y Elecciones Generales desde 1977 hasta 2008

Ante esta prueba fehaciente de legitimidad de la democracia ante los españoles y sin haberse superado aún los peores efectos de la crisis económica iniciada en 1974, el gobierno formado por Felipe González se enfrenta a una de las situaciones más delicadas de la frágil democracia española del momento, la cual le presenta una serie de retos que bien podrían agruparse en dos grandes dimensiones (o, si se prefiere, crisis): (a) Económica y (b) Política.

Crisis Económica: Inflación + Déficit + Paro.

‒ Inflación superior al 15% anual que hacía estragos sobre el poder adquisitivo de la población y su renta disponible para el consumo, mientras otros países europeos como Alemania, Gran Bretaña o Francia registraban tasas de inflación del 4,5%, 5,4% y 9,6% respectivamente (Globalrates.com, 2011). Ante esta situación, el gobierno de Felipe González puso en marcha una política monetaria destinada a contener la inflación y que conllevó una devaluación de la peseta en noviembre de 1982 y un ajuste realista del tipo de cambio (que supuso una depreciación del 8%). 

Evolución Mensual IPC durante 1982

‒ Déficit público en continuo aumento. El balance desequilibrado entre los ingresos y el gasto público acompañará al gobierno socialista durante toda su primera legislatura. No conseguirán estabilizarlo (incluso, reducirlo levemente) hasta mediados de su segunda legislatura, cuando Carlos Solchaga abandona la cartera de Industria y Energía y sustituye a Miguel Boyer al frente del Ministerio de Economía y Hacienda. Actualmente, el déficit público es considerado un fenómeno reciente por cuanto se produce por primera vez en el año 1977. Desde ese momento y hasta el año 1982, su financiación recaía exclusivamente sobre el Banco de España. Es precisamente a partir de la formación del gobierno socialista que la financiación del déficit público se orienta hacia los mecanismos de mercado, lo cual exigió la puesta en marcha y desarrollo de una política de Deuda Pública. Ante esta situación, el gobierno de Felipe González puso en marcha una política fiscal destinada a la contención del gasto público para conseguir controlar primero y reducir después el déficit público (Hernández García, 2005:125-134). 


Evolución Interanual Ingresos Públicos, los Gastos Públicos y la Deuda Pública

En este gráfico, que muestra la evolución interanual de los Ingresos Públicos, los Gastos Públicos y la Deuda Pública durante el periodo 1970-2002, podemos apreciar como en el año 1982, teniendo la Deuda Pública un marcado carácter creciente con respecto a la década anterior, aún se mantenía bastante lejos de los techos máximos que nuestra Deuda Pública alcanzó a mediados de la década de los noventa.

‒ Imparable destrucción de empleo con tasas de paro del 16,5% de la población activa [2]. Ante esta situación (Comella, 2008:360), el gobierno de Felipe González puso en marcha una serie de políticas estructurales (en los ámbitos de la industria, la energía, la agricultura, la Seguridad Social y la empresa pública) que, junto a una política salarial dirigida a la contención salarial mediante el establecimiento de acuerdos interconfederales, estaban destinadas al fomento de la creación de empleo.

Evolución Interanual Paro Registrado durante el periodo 1982-2011

Crisis Política: Nuevo Sistema de Partidos Políticos + Terrorismo + Proceso Autonómico + Ingreso a la CE.




‒ Después de las elecciones de octubre de 1982 se produce un cambio radical del sistema de partidos. El Bipartidismo Imperfecto deja paso a un Sistema de Partidos Predominante (escenario vigente durante las próximas dos décadas) en el que, además del triunfo rotundo del PSOE, se produce un/a:

Quiebra y desmoronamiento del partido en el Gobierno y protagonista de la transición. Es la «Quiebra del Centrismo» (Tusell, 2005:316). Unión de Centro Democrático logró 11 escaños, es decir, un 6,77% de los votos, poco más de 1,4 millones de votos, demostrando ser una coalición de diversas «familias» no siempre bien avenidas (Comella, 2008:358), tal y como quedó de manifiesto por la dimisión de Adolfo Suárez como Presidente del Gobierno a principios de 1981 como consecuencia de las disensiones internas dentro de su formación política. Era el precio de no haber conseguido ir más allá de «una mera coalición electoral» (Tusell, 2995, 300).




Ascenso de Alianza Popular que, con las cifras citadas más arriba, logró posicionarse en el Parlamento con un incremento de 97 diputad@s.




Hundimiento del Partido Comunista de España. Sin llegar a los 900.000 votos (un 4% de los votos emitidos) sólo logró 4 escaños (es decir, perdió 19 diputad@s).




Confirmación de los partidos políticos nacionalistas [3]. Haciendo un análisis de la fisonomía regional del escrutinio, ya no de las elecciones de octubre de 1982, si no de las elecciones de junio de 1977, rápidamente se observa el potente latido regionalista en Catalunya: uno de cada dos votos emitidos en Catalunya cinco años antes ya era de tendencia marcadamente autonomista (el 20% del voto registrado fue comunista y el 30% socialista) (Vilar, 1978:242).




Resulta de interés analizar la evolución experimentada por el arco parlamentario a lo largo de las elecciones generales de los años 1977, 1979 y 1982 en comparación, para cada uno de hitos electorales, con el arco parlamentario resultante de las pasadas elecciones del año 2008. Nos ofrece una excelente perspectiva histórico-evolutiva de nuestro sistema de partidos políticos a través del cual podemos esbozar las correspondientes matrices de trasferencia de voto que se produjeron después de cada una de las citas electorales.


Representación Parlamentaria por Partidos Políticos después de las Elecciones Generales de Junio de 1977
Representación Parlamentaria por Partidos Políticos después de las Elecciones Generales de Marzo de 1979
Representación Parlamentaria por Partidos Políticos después de las Elecciones Generales de Octubre de 1982

‒ Terrorismo de ETA asestando golpes. Entre los años 1978 y 1981, ETA asesinó a 264 personas. Y esta tendencia no cambió: durante la legislatura se produjeron más de un centenar de víctimas. Sólo durante 1982 ETA asesinó a 37 personas. Así pues, sólo en cinco años (los comprendidos entre 1978 y 1982) se registró un tercio del total de víctimas de ETA (829 personas) [4] . 

‒ Conducción incierta del proceso autonómico.

‒ Obstáculos planteados por Francia para que España se incorporase a la CE. No se consiguió la integración con pleno derecho hasta el 1 de enero de 1986.

Ante estos retos planteados al PSOE, el decálogo de las líneas estratégicas de actuación política del gobierno liderado por Felipe González (iniciado en 1982 y continuado en parte a lo largo de las siguientes legislaturas) fue el siguiente: (1) Sanear la economía adoptando medidas de ajuste, (2) Completar el mapa autonómico aprobando los Estatutos de Autonomía pendientes y la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas; (3) Lograr un Ejército más reducido y eficaz, subordinado al poder civil; (4) Pactar con la Iglesia Católica la financiación de la red de centro privados de enseñanza primaria; (5) Reformar la Justicia; (6) Dotar al Estado de recursos suficientes para emprender Políticas Sociales que conformen el Estado de Bienestar, (7) Mostrar al empresariado la no voluntad intervencionista del Estado, (8) Reforzar las políticas de «vertebración» de España (con proyectos de obras públicas y comunicaciones); (9) Fomentar y potenciar la cultura española; y (10) Afirmar la presencia de España en el ámbito exterior (manteniéndola en la OTAN y logrando su plena integración en la CE, salvaguardando las relaciones bilaterales con Estados Unidos.



[1] Supone el inicio de la Era Socialista entendida como el predominio más prolongado de un partido político elegido por sufragio universal en toda la historia contemporánea de España. De hecho, Felipe González, con trece años y cinco meses como Presidente de Gobierno, es el líder de un partido político que más tiempo ha permanecido en el poder, casi quintuplicando la anterior marca de O’Donnell (con cinco años y dos meses, entre 1858 y 1863).

[2] En una situación de estanflación (estancamiento con inflación), unas 200.000 empresas suspenden pagos (o se disuelven) generando la pérdida de casi dos millones de empleos en diez años. En los años 1984 y 1985 la cifra de desempleados ascendía a 2,8 millones de personas. Hasta 1993 no se rebasaría por primera vez la cifra de 3 millones de desempleados, es decir, un 23% de la población activa del momento. Como causas se apuntan las siguientes: (a) Falta de inversiones, (b) Reconversión industrial para mejorar la productividad y la competitividad, (c) Creciente mecanización, robotización e informatización del trabajo y de los servicios, y (d) Masiva incorporación de la mujer a la demanda de empleo.

[3] A modo de ejemplo y sólo citando a los partidos políticos que lograron representación parlamentaria: En Cataluña: (a) Convergencia i Unió (CiU) logra 12 escaños después de lograr casi 800.000 votos (registro que supone casi un 4% de los votos emitidos); (b) Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) logra presencia parlamentaria después de lograr casi 140.000 votos (registro que supone casi un 0,7% de los votos emitidos). En el País Vasco: (a) El Partido Nacionalista Vasco (PNV) logra 8 escaños después de lograr casi 400.000 votos (registro que supone casi un 2% de los votos emitidos); (b) Herri Batasuna (HB) logra 2 escaños después de lograr más de 200.000 votos (registro que supone casi un 1% de los votos emitidos); y (c) Euskadiko Ezquerra (EE) consigue presencia parlamentaria después de superar los 100.000 votos (registro que supone casi un 0,5% de los votos emitidos).

[4] El Periódico de Catalunya. Edición del 21 de Octubre de 2011. Págs. 10-11.

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